Dylan reconduce su gira europea con un soberbio concierto en Milán, el viejo juglar inspirado





Tenía que ser en Milán (sala Alcatraz, 22 de junio), cuarto concierto de la Never Eding Tour por Europa con un Dylan lastrado por tres actuaciones discutibles, y va el de Minnesota y se explaya con un concierto lleno de buenos aciertos. ¿Qué ha pasado de Tel Aviv a Milán? ¿Alguien le cambió el libreto? ¿Recuperó sus musas? Estamos ante de una de las mejores actuaciones del juglar en lo que va de año, con una soberbia interpretación del clásico I don't believe you, una sólida Can't Wait (que ya la habíamos escuchado anticipadamente por youtube, junto con una dulce Vision of Johanna), entre otras que desataron la alegría en un público que estuvo pendiente de los innumerables aciertos de Dylan en sus interpretaciones. Y es que de la noche a la mañana Dylan hizo creíble hasta Like a rolling stone, aunque todavía me cuesta asimilar la versión de All along the watchtower, salvable por el buen hacer de las guitarras de Charlie Sexton y Stu Kimball.

Arranca el concierto con una acertada versión de Leopard-Skin Pill-Box Hat, que sustituye felízmente a la manida Gonna change my way of thinking con la que Dylan viene machacando desde Asia. A partir de ahora alternará la canción que nos recuerda a la atractiva Edie Sedgewick —al menos hasta Bergen (Noruega, 29 junio)—, con Rainy day women 12 # 35, y con estos dos clásicos del Blonde on Blonde el libreto discurre por sugerentes temas como When I paint my masterpiece, que ya presagia buenos augurios desde el primer fraseo: On the street of the Romeeeeee..., en una versión acústica con banda, que nos adentra en el traqueteo sugerente de 'Till I feel in love with you, bien conjuntada instrumentalmente. Y entonces Dylan sorprende con un comienzo acústico en los achiconocidos acordes de I don't believe you, a la que la banda se va sumando poco a poco, bajo la armónica de un Dylan que se gusta a medida que desarrolla la melodía. Una alegre Summer days, junto con la jazzística Spirit of the waterTweedle Dee & Tweedle Dum forman un puente en el concierto, para comenzar un grupo de siete temas, a cual mejor, con una sólida Can't wait, en un trabajo impecable de Tony Garnier al bajo, con un Dylan interpretativo en medio del escenario, extrayendo lo mejor de sí, incisivo en I don't know how, I don't know how, I don't know how, haciendo cómplice al público, que responde gratamente, así da gusto. The Levee's Gonna BreakVisions Of Johanna (Dylan presenta unos arreglos que dulcifican esta canción), Highway 61 (espectacular, como siempre),  Forgetful Heart (misteriosa, espléndida), Thunder On The Mountain (sólo reconocible por la peculiar entrada, a partir de ahí el rayo de la montaña descarga su energía sobre páramos desconocido) y la Ballad Of A Thin Man que, al menos para mí, ha sido un acierto incluirla en la gira de este año. Nos queda el trío de final, los reiterativos Like a rolling stone (buena interpretación), All along the watchtower y, tras la presentación de la banda, Blowin' in the wind, que baja varios enteros cuando Donnie Herron no toca el violín.

Escucha aquí la versión de Can't wait en el concierto de Milán.

Bob Dylan (vocal y keyboard), Stu Kimball y Charlie Sexton (guitarras), Donnie Herron (violín, mandolina, y steel guitar), Tony Garnier (bajo), George Receli (batería).

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Bob Dylan arranca su gira europea con unos mediocres conciertos en Cork, Londres y Tel Aviv





Debe ser que a Bob Dylan se le han ido las musas de veraneo, o es que anda tan cascado como para ofrecer en su gira por Europa unos mediocres conciertos, como los que dejan entrever las cintas de sus actuaciones en Cork (día 16, inicio del tour), Londres (18) y Tel Aviv (20), que evidencian un estado de incertidumbre interpretativa, la cual viene arrastrando desde el año pasado, acentuada en la gira de esta primavera por Asia y Australia. Con unos discutidos arreglos y un fraseo a leguas de su estilo, además de su tacañería improvisadora, cubre el expediente por su impronta de maestro, su icono legendario y por una excelente banda que suple las graves carencias interpretativas de este magnífico juglar que se empeña en destrozar su más reputado cancionero. Y para empeorar lo evidente, Dylan repite las mismas canciones y secuencia en los conciertos de Londres y Tel Aviv, algo que cualquier dylanita jamás se hubiera creído y que Dylan nunca habría puesto en escena. Pero el adverbio nunca no existe para este divo, convertido sobre el escenario en un icono que pasea su leyenda para gozo y regozo de sus seguidores, siempre dispuestos a no ver más que excelencias en su estrella, no siempre rutilante. El cuarto concierto (Milán), del que aùn no dispongo de la cinta, aunque sí del listado de canciones, rompe con parte de todo lo anterior. He escuchado algunos temas en youtube como Can't wait y Visions of Johanna, que parecen cambiar la tendencia, aunque a priori no crean que demasiado.

Cork fue testigo de la primera sorpresa de Dylan en este tour, que con buena intención interpretó I dreamed I saw St. Agustine, olvidada en el libreto desde 2005, tuvo sus momentos interesantes en los acordes de Ballad of Hollis Brown y en Trying to get to heaven, repitiendo aciertos con The levee's gonna break, cuyos arreglos habían tenido buena acogida durante la gira asiática. Pero poco más que señalar a ese rodillo al que nos tiene acostumbrados desde el principio del espectáculo al cuarteto de los temas finales. En Londres nos recordó, aunque no hacía falta, lo grande que es el tema Simple twist of fate, y me gustó Cold iron bound, con lo difícil que es la interpretación de esta canción..., pero la alegría de Forgetful Heart, que yo la había destacado como inolvidable en el concierto de Taipei, se apagaba a medida que se desarrollaba la melodía. Salvó la papeleta en el Finsbury Park la incendiaria Highway 61, que sigue estando a la altura de los mejores directos. Y dos días después, repetición de la jugada en Tel Aviv, se había depositado demasiado interés en este concierto, siempre sucede igual cuando Dylan regresa a la cuna del judaísmo, pero saltaba a la vista que, después de dieciocho años de su última visita (también un tanto desafortunada) el juglar no estaba para saludos, diálogos, rezos, sonrisas y otras buenas intenciones: llegó, amagó y voló a su bus-room. Menos mal que en Londres y Tel Aviv Dylan recuperó Blowin' in the wind, y con un bello acompañamiento de violín de Donnie Herron, el juglar puso todo lo que pudo de sí, que a estas alturas parece que es suficiente, hasta que se echó el telón.

Otras opiniones:
Diego A. Manrique escribe en El País sobre el concierto de Dylan en Israel con el título El próximo año en Jerusalén.

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All you have to do is dream, Dylan y The Band en el 'sotano' de West Saugerties, 1967. (Inédita)


Posiblemente el título de esta canción pueda llevarles al error de confundirla con la balada popularizada por los Everly Brothers a finales de la decáda de los cincuenta del pasado siglo del clásico escrito por el matrimonio Boudleaux Bryant —compositores de la mayoría de los éxitos de este dúo de hermanos estadounidenses—, y que en tiempos más contemporáneos se ha escuchado en las versiones de los norteamericanos REM y las más recientes de Barry Manilow y Laurent Voulzy y The Coors en su última recopilación. Nada más distinto y distante. Estamos ante de uno de los temas descartados por la discográfica oficial del juglar de Minesota correspondiente a las cintas del sótano, como popularmente se conocen las grabaciones realizadas por Dylan y The Band en la Big Pink, en West Saurgerties, a las afueras de Nueva York. All you have to do is dream, que la diferencia de aquella balada al cambiar el pronombre del yo por el tú, es una excelente canción que no ha merecido siquiera un directo o unas versiones de The Band, pues el estilo de esta composición se presta a interesantes arreglos que la hubieran convertido en una de esas canciones que jamás pasarían desapercibidas, alcanzasen o no el ínclito éxito. Me encanta el fraseo de Dylan, su voz cambiante y serena, acompañado por una instrumentación sencilla pero contundente, en una historia sobre el mundo rural donde lo trascendente reside en la música. Dylan y The Band grabaron dos tomas de esta canción, la primera es tan buena como esta segunda que he subido al blog, sin embargo al ser aquélla más lenta resulte menos atractiva, ya que a la canción le favorece un estilo más desenfado y alegre. Es una lástima que temas como All you have no hayan visto jamás la luz y permanezca condenada al olvido, sin embargo, aquí está, esperando llenar los años ausentes con nuevas sensaciones.


All you have to do is dream

If the farmer has no silo
And his fuel cost runs him up very high
Well, that's just how much I'd love you
if you'd just only let me try
In some nice young up-to-date kitchen
Let us get aquainted, dear
Then them old floor-birds will just quit eatin'
And just grin from ear toear
Two floor birds and a prudent baby chick
Yes, that ain't much to bust
But restriction causes damage
And damage causes lust.
So, poor little girl, come blow this horn
Hard as any hole might seem
It's very easily done, actually
All you have to do is dream.

Well, those old whole back-strappers are a dime a dozen
And I can get a cup for a nickle
Yes, but look what an earful I get, and it's awful too,
Everytime I try to go get a little tickle

Give me just one sweet loaf of bread
Fill it up, and I'll be gone
Just like some old floor-bird
who just flies from dawn to dawn (yes...)
flies from dawn to dawn (look at that old floor-bird, he just...)
flies from dawn to dawn (look at that crazy floor-bird, he just...)
flies from dawn to dawn (what a floor-bird, he...)
flies from dawn to dawn.

Escucha aquí All you have to do is dream con The Band, 1967.

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People get ready, Buenos Aires 8-8-1991. Un tren para superar el racismo. Única versión en directo



Dedicado a mis colegas dylanitas allá en Argentina y otros países de América Latina,  miembros del grupo de facebook 'Bob Dylan para todo el mundo'.



Compuesta por Curtis Mayfield, vocalista y guitarrista de soul y funk del grupo The Impressions, esta banda estadounidense hizo famosa People get ready en 1965, inspirada en el Movimiento pro Derechos Civiles que propició la Marcha sobre Washington (1963) formando un arrollador tren para superar el racismo. Ha sido uno de los grandes éxitos de la música negra y una de las canciones más reconocidas por el mundo discográfico a la que se han sumado artistas adoptando música y letra (algunos versos han sido cambiados a lo largo del tiempo) para dejar un legado impresionante en las voces de Aretha Franklin, George Benson, John Lennon, Rod Stewart, Alice Keys, Eva Cassidy, John Denver y Jeff Beck, entre otros. El juglar de Minesota no deja pasar esta canción reivindicativa y la interpreta en directo la noche del ocho de agosto de 1991 en el Estadio Obras de la capital bonaerense, recogida en una cinta pirata, siendo hoy un documento histórico, ya que el músico no volvería a interpretar esta canción sobre otros escenarios.

Bob Dylan grabaría por primera vez este tema en 1967 con The Band durante las sesiones en el sótano de la Big Pink (Woodstock), una versión que no serìa recogida en The Basement Tapes (1975) y que en la actualidad forma parte del grupo de canciones de aquellos días que jamás han sido publicadas, sin embargo podemos escucharla en algunas cintas piratas que recopilan la totalidad de estas composiciones como The Genuine Basement Tapes y A tree with roots. Nuevamente en 1975 y durante los ensayos en octubre para la Rolling Thunder Revue, Dylan calentaría esta canción en los Studio Instrumental Rentals de Nueva York, dejando para la posterioridad una de las mejores versiones que le he escuchado de People get ready, y que sería recogida por Columbia en un maxi-EP promocional (no para su venta) que con el nombre de 4 songs from Renaldo & Clara publicitaba la cinta cinematográfica obra de Dylan para contar la historia de esta gira por varias ciudades estadounidenses. En 1989 y para la banda sonora de la película Flashback, Dylan graba People el 20 de noviembre en los estudios Belmont Hall, en Brown County Bloomington (Indiana), producida por Barry Goldberg en una bella versión acústica con banda con una muy buena interpretación del juglar.


Buenos Aires es la referencia histórica para esta canción en directo durante el primero de los tres conciertos que Dylan ofrecería en la capital argentina contratados en el tour por Sudamérica, que durante el mes de agosto le llevó por las carreteras a Montevideo (Uruguay) y Puerto Alegre, Saio Paulo, Belo Horizonte y Río de Janeiro en Brasil. De las tres actuaciones en Buenos Aires sólo tengo en la dylanteca el concierto del día 10, si bien he podido escuchar People extraída de una cinta pirata que, con el título Live from the basemente tapes, recoge unas versiones interesantes y magníficas de aquellas grabaciones de los sesenta. Dylan ejecuta una sentida interpretación de People, con un comienzo de armónica que introduce unos compases de gran calado, si bien la calidad sonora de la cinta no es muy buena y ello resta belleza a su audición.

People get ready

People get ready, there's a train a-comin'
You don't need no baggage, you just get on board
All you need is faith to hear the diesel's hummin'
You don't need no ticket, you just thank the Lord

People get ready for the train to Jordan
Picking up passengers for coast to coast
Faith is the key, open up the doors and board them
There's hope for all among those loved the most

There ain't no room for the hopeless sinner whom would hurt all mankind
Just to save his own
Have pity on those whose chances grow thinner
Ain't no hiding place against the kingdom's throne

People get ready, there's a train a-comin'
Don't need no baggage, just get on board
All you need is faith to hear the diesel's hummin'
Don't need no ticket, you just thank the Lord.

I believe...

Escucha aquí la versión de People get ready en Buenos Aires, 8-8-1991

Pie de foto: Bob Dylan durante su actuación en Buenos Aires.

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Make you feel my love, París 3-10-2000





Una música sensual y unos cautivadores versos dicen todo de esta balada compuesta por Dylan en 1997 para el laureado Time of out mind, haciéndose un hueco entre los clásicos dylanianos como uno de los temas más versionados por otros músicos. Inspirada en la melodía de You belong to me (de P.W. King, C. Prince y R. Stewart, versión grabada por Dylan en 1992 e incluida en la película Asesinos natos (Oliver Stone, 1994), Make you feel my love fue nominada a los Grammy como mejor Canción Country, aunque su justo reconocimiento reside en el clamor que suscita entre el público. Como la noche del 3 de octubre de 2000 sobre el escenario del Zenith de París, donde Dylan borda una versión majestuosa de esta canción en uno de sus mejores momentos interpretativos del principio de la pasada década, con un impecable acompañamiento de Charlie Sexton, Larry Campbell, Tony Garnier y David Kemper. Me encanta la dulzura y ese candor melódico mientras frasea los versos sé que no te has decidido, pero jamás te haré ningún mal, lo supe desde que nos conocimos, no dudo de cuál es tu sitio, preparándonos para ese viaje hasta el fin del mundo  con tal de sentir su amor. Make you feel my love ha sido versionada por infinidad de músicos, entre los que destaco Stefan & Elena, Kelly Clarkson, Joan Osborne, Claudia Puyo, Roman Kecting, Adele, María Maldaur, Neil Diamond, Brian Ferry, Mary Clark (en una bellísima versión) y la espléndida Trisha Yearwood, que sirvió de banda sonora para la película Siempre queda el amor.



Para que sientas mi amor.

Cuando la lluvia azote tu rostro
y el mundo entero te agobie
podría tomarte en mis brazos
para que sientas mi amor

Cuando aparezcan las sombras y las estrellas de la noche
y no haya nadie para enjugar tus lágrimas
podría abrazarte un millón de años
para que sientas mi amor.

Sé que no te has decidido
pero jamás te haré ningún mal
lo supe desde que nos conocimos
no dudo de cuál es tu sitio

Pasaría hambre, me dejaría machacar
me arrastraría por la calle
no hay nada que yo no haría
para que sientas mi amor

La tormenta ruge sobre el mar
y sobre la carretera del lamento
nuevos vientos soplan  desatados
aún no has visto nada como yo

Podría hacerte feliz, realizar tus sueños
haría cualquier cosa
iría hasta el fin del mundo
para que sientas mi amor.


Pincha sobre el vinilo para escuchar
 Make you feel my love en París, 3 de octubre de 2000.

Pie de foto: Dylan durante su actuación en París el 3 de octubre de 2000.

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Este es un blog de información y divulgación de la música, la literatura y otras expresiones artísticas de Bob Dylan. Fue creado el 15 de enero de 2009, sin ánimo de lucro, con el fin de que la obra de este artista estadounidense sea conocida por las nuevas generaciones.

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