Tonight I'll be staying here with you, de Montreal 75 con letra nueva a la inédita del 'Unplugged' 94

Montreal, 4 de diciembre de 1975.

Posiblemente la mejor versión de este clásico del Nashville Skyline (1969) interpretada en directo por Dylan la noche del 4 de diciembre de 1975 en el Forum de Montreal con la Rolling Thunder Revue y que la discográfica oficial incluyó en una recopilación de los conciertos de esta gira en la serie Bootleg (volumen 5) en 2002. Hasta entonces, Tonight I'll be staying here with you rulaba por el mercado pirata en algunas de las ocho versiones que Dylan ofreció en este tour por ciudades de EEUU y Canadá. Precisamente a los escenarios de Toronto y Montreal llega esta canción con unos soberbios arreglos con los que la banda borda su ejecución, mientras Dylan desata sus mejores dotes artísticas para realizar una interpretación bellísima. El público estadounidense pudo escuchar esta canción en vinilos piratas antológicos grabados por el sello K&S Records en 1976 como Nothing is revealed, o el mismo, también en azul, publicado con el nombre Tapes from Sherry's attic, que recogían la versión en Toronto, tres días antes que en Montreal. En 2001 nos llegaría en formato cedé la versión interpretada en Augusta incluida en la recopilación Dark night on the spanish stairs, realizada por la etiqueta Rattle snake. Dylan, como hiciera con otras canciones de esta gira de 1975, modificó ligeramente la letra de Tonight..., evidenciado un cambio de humor en sus relaciones amorosas.


Sesión de grabación del Unplugged en 1994
Pero si Montreal nos dejó con ganas de haber estado allí aquella noche, no menos artística, en mi opinión, es la versión acústica con banda que Dylan hizo para la MTV durante la grabación del Unplugged en 1994 (el disco se editó un año después) y que al final quedó inédita, como tantas otras muchas de esas sesiones que hubieran merecido un doble álbum. En la década de los noventa Dylan nos dejó otras versiones de gran calado, aunque con menos garra que en Montreal, como las de Londres (2 de julio del 90), o la interpretada en el Globe Arena de Estocolmo un nueve de junio ocho años después, sorprendiéndonos ya en el nuevo milenio con las intepretaciones en Red Bluff (California) el 7 de octubre de 2000 y en Londres la noche del 24 de noviembre de 2005. Después de la actuación en New Britain (Connecticut) el 29 de agosto de 2006, Dylan ha guardado esta canción en un cajón esperando mejores ocasiones para ser desempolvada en directo. A saber.

Escucha aquí la versión inédita de Tonight..
durante las sesiones de grabación del Unplugged

Otros autores han versionado Tonight... con gran acierto, a la sazón la cantante californiana Cher, o las intepretadas por Jeff Beck Group y la jazzística Janet Planet, siendo la de Gillian Welch y David Rawlings en clave acústica la que mejor rescata el estilo dylaniano más puro.

Esta noche me quedaré aquí contigo

Lancé mi pasaje al viento,
tiré mi colchón también,
y mis cartas a la arena,
porque has de entender
que esta noche me quedaré aquí contigo.

Tendría que haber partido al mediodía
Esta noche he estado en algún lugar nuevo
pero me sentía un poco disperso
y tu amor era todo lo que me importaba
Esta noche me quedaré aquí contigo.

¿Es realmente una maravilla?
Los cambios que se ejecutan en cada una de las cabezas
llegas a mí como un trueno
y yo he dejado mis sueños en el lecho del río

Puedo oir el silbato que sopla solitario
Oir la salida del sol rondando demasiado
si hay un conductor en la carretera
dadle mi carga
porque esta noche me quedará aquí contigo.

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Tunes from the simple years, álbum pirata que incluye Kind hearted woman y Wichita (inéditas)

En 1983 la etiqueta Swingin' Pig Records conocida en Europa a partir de entonces por la grabación de discos no autorizados de reconocidos músicos y bandas de folk, pop y rock, lanza al mercado negro el álbum pirata Tunes from the simple years, donde recoge algunas de las primeras actuaciones de Bob Dylan en el Gaslight de Nueva York, así como tomas alternativas de sus primeros discos, de las que sobresalen por permanecer inéditas oficialmente hasta ahora los blues Kind hearted woman, de la que es autor el rey del Delta blues y abuelo del rock, Robert Johnson, y Wichita, un descarte de Freewhelin', segundo álbum de estudio del juglar. Swingin' Pig, radicada en Luxemburgo aunque se sirve para sus grabaciones de un estudio en la ciudad alemana de Brakel, prensa 750 unidades (algunas fuentes señalan sólo quinientas) de este disco fácilmente reconocible por una viñeta del bardo en la portada y por la frase —destacada en el reverso de la carpeta—, extraída del poema escrito por Dylan y publicado en el disco The times they are a-changing (1964) con el título 11 Outlined Epitaphs,:  "No must react an spit fast with weapons of words wrapped in tunes that're rolled through the samples years". 

Etiqueta sobre vinilo
Simple years recoge una interesante selección de canciones destinadas entonces a un público europeo ávido por conocer grabaciones inéditas de un Dylan que, en 1983, se haya inmerso en una vuelta a sus raíces religiosas tras la experiencia cristiana, hallándose a leguas de sus primeras canciones, sometidas en la década de los ochenta a profundos arreglos para su puesta en escena. A raíz de la publicación a mediados de los setenta del primer disco pirata del juglar, Great White Wonder, la aparición en el mercado negro de nuevos registros sonoros alienta las endorfinas de los coleccionistas. Para éstos, Simple years es una bocanada de aire fresco para profundizar en el mito y su virtuosismo con el blues. Prueba de ello es esta buena versión del clásico de Robert Johnson, Kind hearted woman blues, interpretada por Dylan en el café Gaslight, en el bohemio barrio neoyorkino de Greenwich Village en octubre de 1962, y que Columbia descartó en el álbum que sobre esta actuación publicó en 2005 con el título Live at the Gaslight.

Escucha aquí Kind hearted woman  blues

Contraportada del disco
Descartes de sesiones de grabación para los álbumes Freewhelin', The times they are a-changing y Bringing all back home constituyen la baza que da fuerza y sentido a este álbum. Durante años los coleccionistas han disfrutado de estos temas gracias a la edición de álbumes y cintas piratas que recogían estos documentos sonoros, tales como Second Gaslight tapes y el clásico Ten of Swords. En Simple years hay joyas de gran belleza como I'll Keep it with mine, de la cuarta sesión de Bringing el 13 de enero de 1965, o Make me a pallet on the floor, grabada en el programa de Billy Faieer en el WBAI-FM radio en 1962. Otros temas de variadas sesiones son conocidos hoy día por haber sido publicados en The Bootleg Series vol. 9 Witmark Demos en 2010, a la sazón Walkin' downn the line, la incontestable Paths of Victory, de Woody Guthrie, las bellas Percy's song y West Texas y las descartadas, pero memorables, de Freewhelin', nada menos que Mixed up confusion, Sally Gall, Milkcow blues y esta interesante Wichita de excepcional interpretación.

Escucha aquí Wichita.


Mujer de buen corazón

Tengo una mujer de buen corazón,
Claro que es un demonio todo el tiempo.
Tengo una mujer de buen corazón,
Claro que es un demonio todo el tiempo.
Oh ella me quiere matar
Sólo para tener todo lo mío.

Ella tiene una 32 especial,
Construida sobre una cruz de madera.
Ella tiene una 32 especial,
Construida sobre una cruz de madera.
Yo tengo un 32/20,
El hombre es el doble de bueno.

A veces pienso
Eres demasiado bueno para morir.
A veces pienso
Eres demasiado bueno para morir.
Otras veces estoy pensando
Te enterrarán vivo.


Wichita
Oh, cuando me fui a Wichita

El tiempo me estaba matando.
Y cuando salí de Wichita
El tiempo me estaba matando.
Bueno, mi papá dijo: "Hijo,
Cuidado, te pueden atrapar ".

Cuando aterricé en West Memphis
no tenía un centavo.
Cuando aterricé en West Memphis
no tenía un centavo.
El operador dijo: "Hijo,
vaya, no eres amigo mío. "

Operador, el operador
deja correr  a ese pobre chico.
Operador, operador, oh
deja correr a ese  pobre chico.
No puedes ver su camino,
Señor, estoy cantando en la acera.

Voy a bajar a Louisiana, oh
Mamá, donde fluye ese río.
Voy a bajar a Louisiana
Mamá, donde fluye ese río.
Usted puede escribir y decir a mi mamá
que mis días de correduría no han hecho más que empezar.


Cara A: Wichita, Milcow blues, Make a pallet on the floor, Percy's song y Walkin' down the line.
Cara B: Mixed up confusion, Sally Gal, West Texas, Kind Hearted Woman, Paths of Victory, I'll keep it with mine.

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Tempest, un épico Dylan en un mercancias sobre railes herrumbrosos. Nuevo álbum de estudio.


Desde que pinché el vinilo he estado sumido en sus letras y música, ambas me han despertado emociones nuevas en este músico, siempre rompedor, a menudo sorprendente, en nada peregrino y, aunque a veces comodón y recurrente por esos manidos riff de guitarra, la aguja diamantina me lleva en un épico mercancias sobre railes herrumbrosos por la América profunda escuchando unas canciones que parecen recién salidas de Theme time radio. Baladas como Soon after midnight nos confirman que Dylan sigue siendo un tipo sensible, aunque nada fácil; los lamentos de Scarlet Town (las calles tienen nombres que no pueden ser pronunciados) y Tin Angel (sangrando era tan bueno como muertonos llenan de incertidumbres en un mar de desdicha y ruina (antorchas funerarias ardían, a través de las ciudades y los pueblos, toda la noche y todo el día), quizá porque en sus versos palpita un trasfondo vivencial y desgarrador; Duquesne Wistle, Long and wasted years (intimista: lloramos en esa mañana fría y helada, lloramos porque nuestras almas fueron desgarradas), Narrow Way (al más puro ritmo de aquel Rumblin' and Tumblin') y Pay of Blood (demoledora y tenebrista: tengo algo en mi bolsillo que hará que tus ojos dancen, tengo perros que podrían desgarrarte miembro a miembro) forman parte de la maestría de este bardo visionario, ahora más que nunca y más cerca del simbolismo de Dylan Thomas; en la melodía de Early romans kings no veo más allá que un tributo al blues genuino del Mannish boy de Muddy Waters, sus versos nos hablan de los poderosos, soberbios y despóticos como reyes romanos (son lascivos y traicioneros..., intentarás escapar y ellos te arrastrarán de vuelta), mientras que la epopeya Tempest y la oración Roll on John dan sentido narrativo a un álbum nacido para la reflexión.



Estamos ante un Dylan que envejece en botas de buen vino, curtido sobre acordes a la vieja usanza con versos ásperos pero sinceros y una voz aguardentosa aunque creíble. Cuanto más lo escucho, más cerca me encuentro de la estela errante de este trotamundos.



"Escucha el silbato del Duquesne soplando,
 parece que está en su recta final". Duquesne Wistle.

Grabado en los estudios Groove Master (Santa Mónica) entre enero y marzo de 2012, Tempest nace de una fusión de estilos donde se dan la mano el blues, el rockabilly y esa música americana basada en los sones tradicionales de Estados Unidos donde el folk, el rock y el country crean un ambiente de misticismo que envuelve al álbum en un clima de serena y a la vez latente expectación. Producido por el mismo Dylan bajo el seudónimo de Jack Frost, usado en otros trabajos discográficos, recurre nuevamente a sus músicos de gira y a la inestimable colaboración de David Hidalgo al acordeón, violín y guitarra, quien ya destacara por su virrtuosismo instrumental en Together through life, de 2009. Este álbum y el navideño de Christmas in the heart fueron grabados asimismo en los estudios Groove, propiedad del cantante Jackson Browne.

1.«Duquesne Whistle»  Bob Dylan, Robert Hunter5:43
2.«Soon After Midnight»  3:27
3.«Narrow Way»  7:28
4.«Long and Wasted Years»  3:46
5.«Pay in Blood»  5:09
6.«Scarlet Town»  7:17
7.«Early Roman Kings»  5:16
8.«Tin Angel»  9:05
9.«Tempest»  13:54
10.«Roll On John»  

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Dylan esboza en el Guggenheim su obra maestra. Magia y utopía en la noche bilbaína, 11-7-2012



Hacia años, quizá desde Red Bluff en 2000, quizá desde las impresionantes actuaciones en Londres en noviembre de 2005, que no escuchaba un concierto de Dylan como el ofrecido en Bilbao el 11 de julio, donde el juglar pintó en el Guggenheim un esbozo de su obra maestra. Desembarcó en el Reino Unido a finales de junio para la gira europea con un gran piano y unos arreglos en forma de pinceladas magistrales sobre sus antiguas y nuevas partituras. En el viejo continente se empezaban a escuchar los ecos de un juglar reinventado que pintaba de magia y maestría las noches centroeuropeas y a Bilbao llegaron desde todas las puntas del territorio español las hordas de peregrinos al reencuentro con la utopia de este bardo del rock.

Operarios montan el escenario para el concierto de Bilbao.
Llegué a Bilbao el día anterior al concierto y ya deambulaban por la ciudad jóvenes con guitarras y mochilas que acudían a la llamada del BBK Live, el festival que durante cuatro días convertiría a la ciudad en la capital europea del rock. El anticipo a modo de celebración del quince aniversario del Guggenheim corría a cargo de Dylan, cuyo concierto en la explanada del museo ya se había convertido en un éxito de entrada, cuyo aforo previsto para 5.000 personas se amplió en 2.500 más para llenar el recinto a la vera del Nervión. El día del concierto amaneció nuboso. A mediodía me bajé del tranvía que me había llevado al Guggenheim y empezó a llover. Justo enfrente se alzaban las carpas del backstage y a escasos metros, en el túnel del puente, estaba aparcado el autobús negro con la leyenda "Beat the street" usado para los desplazamientos del grupo musical. Un vistazo breve al recinto y mientras me encaminaba hacia el casco viejo empecé a conjurar a los duendes para que las nubes se apartaran a partir de las nueve de la noche.

Dani Vázquez, luciendo camiseta alusiva al concierto
 en los aledaños del Guggenheim.
Una panorámica del escenario junto al Guggenheim.
Porque a las seis y media ya formaba parte de la cola del famoso perro que preside el Guggenheim. Los primeros en llegar hubieron de hacerlo sobre las cinco, ya que me hallaba a un centenar de metros de los primeros. A mi lado, y en medio de cuarentones como yo, me sorprendió gratamente la presencia de grupos de jóvenes. Precisamente los que me precedían eran auténticas enciclopedias sobre la música del juglar. Alcé la mirada al encuentro de Dani y su mujer, Elisa. Los había conocido esa tarde en un bar de pinchos en los aledaños de la calle Licenciado Poza. Dani manejaba una tableta mientras consultaba la web boblinks, llevaba una camiseta negra con una fotografía estampada de Dylan y le saludé con el pretexto del concierto. Habían llegado desde A Coruña y no era ésta la primera vez que viajaban para ver al juglar a tenor del reverso de la camiseta de Dani donde, impresa, una larga lista daba fe de los conciertos a los que había asistido por España y Europa. Les hablé de su paisano Joe Gallo, batería del grupo Highlands y amigo en Facebook y para mi satisfacción lo conocían, pero me advirtieron que no viajaría en esta ocasión. Tenían previsto llegar cuanto antes al recinto del Guggeheim y posiblemente esperaban en primera línea. Aún había rezagados que compraban las entradas mientras un río humano cercano al kilómetro se perdía en lontananza a lo largo de la avenida cuando a las ocho abrieron las verjas y me hice con un buen lugar a unos siete metros del escenario. Nunca en las tres anteriores ocasiones que había asistido a conciertos de Dylan (1989, 2004 y 2008) había estado tan cerca. Un austero y elegante escenario en forma de media bóveda, presidido desde el fondo por el clásico ojo de la Never Ending Tour, iba a ser el lugar donde se desarrollaría uno de los más sorprendentes conciertos de Dylan de los últimos años.


A las nueve, el sol se abrió paso entre las nubes dirigiendo un rayo de luz directamente a la batería de George Recile, los dioses no estaban dispuestos a perderse el espectáculo.


Diez minutos sobre el horario y Stu Kimball, abanderando el grupo, salía a escena tocando su guitarra rítmica, seguido de Charlie Sexton (guitarra), George Recile (batería), Tony Garnier (bajo), Donnie Herron (teclados, mandolina y violín) y cerrando el grupo Bob Dylan ataviado con un blaiser oscuro ribeteado de amarillo, pantalón y camisa blanca, pajarita cerrando su enjuto cuello y tocado con su habitual sombrero, en esta ocasión blanco con banda azul celeste. Sonreía y se bamboleaba chaplinesco y valentón camino del keyboard (que sólo tocaría en la primera canción) mientras sonaban los primeros acordes de Leopard-skin pill-box hat, con el que habitualmente viene abriendo los conciertos de 2012. Y de repente, se desató la euforia.



El concierto: Dylan nos ha acostumbrado en los últimos años a un tipo de concierto estándar en el que deja poco margen a la improvisación a menos que ésta llegue en forma de canción inédita (poco probable) o rescatada del baúl. Por eso, el concierto de Bilbao, pese a su virtuosismo musical e interpretación, que al fin y al cabo es lo que importa, es la viva repetición -exceptuando una canción. al que ofreció en Bonn el 4 de julio de este año. Esta actitud desconcierta, pues la versatilidad dylaniana no tiene fronteras. Por eso, cuando se empezaron a escuchar los compases de Man in the long black coat, bellamente intepretada en segundo lugar, ya sabíamos descorazonadamente que no habría lugar para It's all over now baby blues, To Ramona, My back pages, Don't think twice o It ain't me babe, y si hablamos de la parte final, los últimos cinco temas son inamovibles en el libreto durante esta gira europea. Esto, por supuesto, no resta interés al concierto, pues lo importante es la puesta en escena, y en Bilbao se vivieron momentos de gran calado musical, tanto como para recordarle a Dylan que su famosa canción When a paint my masterpiece (Cuando pinte mi obra maestra) parecía estar destinada a resumir su actuación en la ciudad del Nervión.

Tangled up in blue mereció un aparte, ramalazos de buen gusto y sensibilidad derrochaba el de Minesota en un alarde genuino al más puro crooner sureño. Bordó fínamente el éxito del Blood on the tracks, como también lo supo hacer cuando cogió la guitarra (en la única ocasión de la noche) para frasear desde la hondura y lamento el desamor de los giros del detino,  A simple twist of face mereció la ovación con la que el público le arropó y los piropos de maestro con el fue apuntado desde la pista. Con Tony Garnier al contrabajo se vivieron momentos de gran belleza estilística, como en el desarrollo de Spirit on the water, jazzística hasta la médula con un Dylan al gran piano. Me agradan las versiones en directo del Modern Times (2006), con el que Dylan quiso además deleitarnos con un majestuoso sin paragón Rumblin' and Tumblin' y ese arrollador Thunder on the mountain con el que inició el bloque final. Eché en falta, no obstante, algunas de las canciones de Together through life (2009), que va dosificando con cuenta gotas por Europa: Bilbao bien hubiera merecido una Jolene a mitad del concierto.

Dylan nos dejó lo mejor de su buen hacer en High Water, batiéndose las lengüetas de su armónica con las cuerdas del mástil de la guitarra de Charlie Sexton, una versión inolvidable que levantó la euforia en la pista, sobre todo porque la canción anterior, Hard rain, había sumido el concierto en un compás de añoranzas en una versión no demasiado afortunada. Ballad of a thin man sigue siendo la canción misteriosa interpretada con hondura que arrancó aplausos continuamente entre el público. Lo mismo que Like a rolling stone, cuyo estribillo estaba destinado a ser coreado por los asistentes. Me emocionó la versión intimista que el juglar interpretó de esa joya del Time out of mind que es Can't wait, con un fraseo de lo más dylaniano, majestuoso. A estas alturas de su carrera musical, con 71 años de pura creatividad y embarcado en una gira interminable, el juglar domina la escena y la interpretación sabiendo que abajo, en la arena, cada gesto, cada mirada, cada guiño, cada susurro, cada movimiento es aquilatado entre sus seguidores. Blowin' in the wind, melódicamente aterciopelada por el sonido del violín de Donnie Herron, echó el telón a un concierto inolvidable.

Escucha aquí Rumblin' and Tumblin', interpretada en Bilbao.

Pincha sobre el enlace para escuchar Man in the long black coat 
en el concierto de Bilbao.


Alguien, desde el otro lado de la ría, grabó estas imágenes durante la canción High water.

ggg

Vídeo sobre la BBK Live 2012 en Bilbao, donde podéis ver algunas imágenes del concierto.



Concierto en Bilbao, explanada del Museo Guggenheim. 11 de julio de 2012.
Entrada: Sobre los 7.000 asistentes
Canciones:
1.- Leopard-skin pill-box hat
2.- Man in the long black coat
3.- Things have changed
4.- Tangled up in blue
5.- Rollin' and Tumblin'
6.- Spirit on the water.
7.- Summer days.
8.- A hard rain's a-gonna fall
9.- High water
10. Simple twist of fate.
11. Highway 61
12. Can't wait
13. Thunder on the mountain
14, Ballad of a thin man
15. Like a rolling stone
16 All along the watchtower
17. Blowin' in the wind

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Tell me momma, el principio inquebrantable de la firmeza eléctrica en 1966. Liverpool, 14 mayo


Hay canciones de Bob Dylan irremediablemente asociadas a un determinado concierto (Romance in Durango o Like a rolling stone), universales cuando definen el perfil de una época en las que fueron compuestas (Blowin' in the wind o The times they are a-changin'), y otras como Tell me momma y Enough enough (ésta en 1984), que vieron la luz en una gira y quedaron luego apagadas en el más ingrato olvido. Tell me momma fue compuesta expresamente para las actuaciones por Canadá, Australia y Europa del desenfrenado y exitoso 1966, sirviendo de apertura en los conciertos con The Band, una composición magistral en la música y anodina en la letra. No existen por el momento registros sonoros de una hipotética grabación de Tell me momma en estudio, cuando Dylan saltaba de Nueva York a Nashville durante los años del Highway 61 revisited y Blonde on Blonde. Esta versión en directo interpretada en The Odeon de Liverpool el 14 de mayo de 1966 me resulta francamente buena, con todas las dosis dylanianas para alcanzar el éxito efímero que cosechó, principalmente sobre los escenarios europeos. En este tour por el viejo continente le acompañó The Band con la ausencia del batería Levon Helm, que fue sustituido por Mickey Jones, extrayendo cada músico lo mejor de su virtuosismo para lograr aquellos inmortales arreglos al rock de canciones que parecían haberse asentado eternamente en el olimpo acústico (Baby let me follow your down, I don't believe you y One too many morning).

Esta versión de Tell me momma en Liverpool no ha sido editada en ninguno de los álbumes oficiales de Dylan, sí alcanzó su reconocimiento en 2005 cuando se incluyó en la colección The Band: A musical history. De ahí que la versión más conocida por el público sea la que se publicó en el bootleg Live 1966 (más conocido en el mercado pirata por el concierto del Royal Albert Hall), que recogía acertadamente la actuación en el Free Trade Hall de Manchester el 17 de mayo. El estreno de esta canción en directo tuvo lugar sobre el escenario del Westchester County Center de Nueva York el 5 de febrero de 1966, entonces Dylan sólo intepretaba dos canciones en clave eléctrica y siempre después de la parte acústica. No sería hasta Vancouver, el 26 de marzo, cuando se completó en ocho las interpretaciones eléctricas, lo que provocaba sistemáticamente el desconcierto y la desaprobación en un sector del público.

Escucha aquí la versión de Tell me momma
en el concierto de Liverpool el 14-5-1966

Díme chica 

El negro Bascom no rompe espejos,
el perro de negras aguas frías no derrama lágrimas,
dices que me amas y tal vez ese amor
¿recuerdas amándonos como niños?
Tienes la perforadora lista y andas buscando un chico
que la use para ti como hacía tu martillo de tres kilos
pero sé que sabes que sé que se ve.

Dime chica ¿qué pasa?
¿Qué problemas tienes ahora?

Eh, John, tráeme unos caramelos
parece que está en los bosques
dedica un tiempo a tus viajes de enero
tienes alce sepulcral y látigos funerarios.
Si estás ansiosa por saber cuándo terminará tu amistad,
vamos chica, soy tu amigo.
Y sé que sabes que sé que se ve
que algo te desgarra la mente.

Desollamos al editor, es ilegible.
Pero su trineo pintado resultó ser una cama.
Sí, te veo en el alféizar de tu ventana
pero no sabría cuán lejos estás del borde.
Además,  solo harás que la gente salte y ruja
¿de qué te sirve hacer eso?
Pues sé que sabes que sé que se ve,
que algo te desgarra la mente.

Pie de foto: Dylan en el concierto de Estocolmo en 1966. Autor: Jan Persson.

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Went to see the gypsy, descarte del 'Selfportrait': inédito en directo; editado como sencillo en 2004


Es asombroso que una canción como Went to see the gypsy no haya sido intepretada por Bob Dylan en directo, aunque no debería sorprendernos en un artista como él capaz de dejar envejecer hasta la extenuación algunos temas en el armario, quién sabe cuántos de éstos esperan sus días de gloria. Went to see the gypsy reúne los registros para, con los adecuados arreglos, presentarla en directo, es una agradable canción grabada definitivamente en clave acústica con banda (New Morning, 1970) después de haber sido descartada del Selfportrait (1970), siendo esta versión al piano, desarrollada con un ritmo más lento y de bella interpretación la que se editó como disco sencillo (lanzado el 12 de octubre de 2004), para satisfacción, aunque tardía, de los coleccionistas que ya sabían de esta versión a través de cintas piratas como New Morning Acetates y la colección The Genuine Bottleg Series.

La canción fue grabada durante la cuarta sesión para el doble álbum Selfportrait el tres de marzo de 1970 en los estudios de Columbia en Nueva York, siendo registrada únicamente como The Gypsy (El Gitano), que Dylan volvería a grabar el cuatro y cinco de marzo, cambiando de registro el uno de mayo, ahora ya con un nuevo sonido con vista a la grabación del siguiente álbum, New Morning. La canción adquiere un nuevo enfoque en clave acústica con banda que, junto con el resto de temas de este vinilo, contribuyeron a que muchos seguidores comenzasen a olvidar los discutidos covers del Selfportrait. En Went to see the gypsy, Dylan nos habla de un momento de inseguridad creativa que puede estar atravesando y para cuya solución busca la ayuda del gitano en el hotel en el que éste se hospeda, se presume que el aludido es Elvis Presley, pero del que primeramente sólo logra un saludo —en realidad el contacto que hubo entre ambos en 1969 fue cordial y breve—. Cuando al amanecer regresa para conversar con él, descubre desazonado que el gitano se ha marchado. Sumido de nuevo en el desconcierto, Dylan podría darnos a entender su temor a la reacción del público cuando grabe sus nuevas composiciones, lo que le hace otear el alba en el horizonte como cuando se marchó de Hibbing. 

Escucha aquí la versión descartada de Went to see the gypsy,
editada como sencillo en 2004

Fui a ver al gitano

Fui a ver al gitano
que se alojaba en un gran hotel
sonrió al verme
y me dijo: "Vaya, vaya, vaya".
Su oscura habitación estaba repleta,
las luces eran tenues,
"¿Cómo estás?", me preguntó,
yo le dije lo mismo.

Bajé al vestíbulo
para hacer una llamada,
había una guapa bailarina
que comenzó a gritar:
"Vuelve con el gitano,
puede empujarte,
ahuyentar tus miedos,
llevarte al otro lado del espejo,
lo hizo en las Vegas
y puede hacer aquí".

Ahora brillaban las luces
sobre un río de lágrimas.
Las observé desde lejos,
con música en mis oídos.

Regresé con el gitano
casi al amanecer,
su puerta estaba abierta
pero él ya se había ido,
y aquella guapa bailarina
ya no apareció,
así que vi rayar el alba
desde aquel pueblo de Minnessota.

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Dreamin' of you, un fabuloso descarte de 'Time out of mind' perdido en una carretera sin destino

Todo en el camino es tan tímido como el día, en extrañas e insólitas formas, brillantes espirales de niebla dorada aquí  y allí en llamaradas, como rayos de luz en una estrella. He estado soñando contigo, es todo lo que hago, y me estoy volviendo loco. Los versos hablan por sí solos, el resto es la continuación de un doliente poema transformado en maravillosos acordes que se pierden en la lejanía, en el asfalto de una carretera sin destino en la que el juglar ha lanzado a la deriva esta canción, que brotó en su momento desde sus más hondos sentimientos, ahora inmerecidamente olvidada, uno de los fabulosos descartes de esa obra maestra que es el álbum Time out of mind (1997) en el que no tuvo cabida, pero que desde este blog rescatamos para situar en el limbo de canciones en busca de un escenario.


Porque Dreamin' of you nunca ha tenido más vida que la del vídeo promocional del volumen ocho de la saga de inéditos y tomas alternativas Bootleg Series, del que la canción forma parte junto con los otros tres descartes del Time out of mind, a la sazón Mississippi —que se publicó en el álbum Love & Thief—, Red river shore y Marchin' to the city. Casi ná. Dreamin' of you, junto con el resto de canciones del álbum de 1997 se grabó durante el mes de enero de ese año en los estudios Criteria de Miami (Florida) con Daniel Lenois y el propio Dylan bajo el seudónimo de Jack Frost en la producción. La percusión en esta canción corrió a cargo del músico, productor e ingenierio de mezclas Tony Mangurian, quien había participado en algunos proyectos discográficos de Willie Nelson y U2.

El vídeo de Dreamin' of you me agrada por varias razones, y aunque intuyo que fue grabado para promocionar el bootleg, narra la historia sobrecogedora de un hombre que añora a su amada —nos muestra en varias ocasiones la fotografía de una mujer—, que guarda celosamente allí donde va, que no es si no el siguiente concierto del juglar, del que recoge versiones que él mismo se atreve a emular acompañado de su guitarra en la soledad de su habitación,  recopila los carteles anunciadores, las entradas, letras y titulos de las canciones, que va configurando en estudios de montaje itinerantes hasta conformar ese triple volumen de inéditos y tomas alternativas. La pasión de un hombre perdido en un constante reencuentro, como Dreamin' of you latiendo en los versos y acordes de su amada, en la búsqueda del arte en una carretera sin destino. 

Vídeo oficial de la canción Dreamin' of you.


Soñando contigo

La luz en este lugar es realmente mala,
es como estar en el fondo de una corriente
y de un momento a otro espero despertarme de un sueño.
Echo tanto de menos el toque más suave,
como la tumba de algún niño,
quien ni ha llorado ni ha reído.
Oculto mi fe en la lluvia,
he estado soñando contigo,
es todo lo que hago
y me estoy volviendo loco.

En algún lugar el alba está rompiendo,
mientras la luz golpea el suelo
suenan campanas en la iglesia,
me pregunto por quién tocan.
Viaja bajo cualquier estrella
y me verás donde quieras que estés.

El pasado sombrío es tan vago y enorme,
estoy durmiendo en el palacio del dolor.
He estado soñando contigo,
esto todo lo que hago,
pero me estoy volviendo loco.

Tal vez me atrapen, o tal vez no,
pero sea lo que sea no será esta noche.
Querría tener tu mano en la mía justo ahora,
podríamos ir donde la luna es enorme.

Me han encerrado en una jaula durante años,
después me arrojaron a escena,
hay cosas que simplemente duran más de lo que uno había pensado
y nunca, nunca te lo explican.
Estoy soñando contigo,
es todo lo que soy capaz de hacer,
y me estoy volviendo loco.

Como cuando tengo hambre
bebo cuando estoy seco,
vivo mi vida en el cuadrilátero,
incluso mi rostro se deshace,
pero no importará mientras estés allí.

Me siento como un fantasma enamorado
bajo el cielo.
Tan lejos como nunca lo estuve antes,
tan lejos como puedo ir.
He estado soñando contigo,
es todo lo que hago
y me estoy volviendo loco.

Todo en el camino es tan tímido como el día
en extrañas e insólitas formas.
Brillantes espirales de niebla dorada aquí y allí en llamaradas
como rayos de luz en una estrella.

Tal vez estés aquí, o tal vez no,
tal vez tocaste a alguien y se quemó.
El silencioso sol me pilló dándome a la fuga
agujereando con fuego mi cerebro.
He estado soñando contigo,
es todo lo que hago,
pero me estoy volviendo loco.

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Joey, la historia del mafioso Joe Gallo acribillado en una ostrería de New York. (Módena, 1987)

Va por ti Joe Gallo, amigo en Facebook y batería del grupo Highlights, que mantiene vivo el espíritu del juglar en esa entrañable ciudad que es A Coruña.

Joe Gallo, arriba. La ostrería Umbertos, donde fue asesinado.

La versión oficial de esta canción, grabada en el álbum Desire (1976), resulta difícil de superar en directo tanto por la profundidad de la música en estudio, con sus matices y riqueza instrumental, como en el fraseo que Dylan imprime a un texto narrativo donde nos presenta la personalidad, vicisitudes y paranoias del mafioso Joe Gallo, más conocido en los ambientes como Joe El Loco, acribillado a balazos la noche del 7 de abril de 1972 mientras celebraba su cumpleaños con su familia en una ostrería de Mulberry Street, del barrio neoyorkino de Little Italy. La primera versión en directo que escuché de Joey fue la que oficialmente nos llegaba en 1988 en el vinilo Dylan & Dead, que recogía una recopilación de la gira Interestatal con los Gratefuld Dead en julio de 1987. Me quedé sorprendido y alternativamente insastisfecho con esa versión, descubrí que en directo Joey pierde toda su riqueza temática y coral, pero a medida que volvía a pasar la aguja por los surcos de esta canción se me iba haciendo más llevadera, aunque me costaba aceptarla en toda su grandeza. Años después me hice con una cinta pirata de la gira europea Temples in Flames, en la carretera Dylan con Tom Petty y su banda de los Heartbreakers durante el otoño de 1987, de la que surgió de una manera inesperada la versión de Joey aquella noche del 12 de septiembre en el Arena Ex Autodromo de Módena, con nuevos arreglos y desarrollo que finalmente me convencieron. Sin embargo, ya sea en estudio o en directo la canción no ha alcanzado el éxito que se merece, incluso para algunos dylanólogos como Paul Williams la canción es un tema "menor" de los incluidos en Desire.

Un momento de la actuación de Dylan en Módena el 12-9-1987.
Escrita por Dylan y el dramaturgo Jacques Levy en casa del actor Jery Orbach, conocedor de la personalidad de Joe Gallo y portador de anécdotas y vivencias que podrían enriquecer la letra de la canción, el juglar realiza las primeras grabaciones de Joey en el estudio E de Columbia en Nueva York los días 14 y 30 de julio de 1975 con Emmylou Harris como segunda voz. No satisfecho con estas versiones, Dylan regresa al estudio el once de agosto para hacer un overdubs (una nueva grabación de voz) sobre la primera toma del día treinta e incorpora, muy acertadamente, la guitarra y mandolina de Vincent Bell y el acordeón de Dom Cortese para crear ese ambiente misterioso que va creciendo escénicamente saltando de una a otra estrofa. Los versos dejan entrever la figura de Joe Gallo como un mafioso de perfil imprevisible, guardián de su familia, atrapado en sus mitos y héroes, sabedor de las acechanzas humanas como medio infalible para lograr el poder en las calles, la violencia como arma y refugio, la cárcel como la universidad desde la que se ilustró en las lecturas de Nietzshe y Willheim Reich, entre otros, y donde fraguó alianzas para forjar una organización criminal interracial con miembros afroamericanos. Su locura le catapultó a la fama, y a partir de esa paranoia forjó su destino y ruina.

Joey no está muerto, está dormido, dijo su amigo Frankie durante el funeral.
Joey, ¿Por qué querían liquidarte?, se preguntan a dúo Dylan y Harris.

Vídeo sobre algunos aspectos de la vida de Joe Gallo.

Escucha aquí Joey, en el concierto de Módena, 12-9-1987
 


Joey

Nació en Red Hook, Brooklyn, quién sabe qué año
abrió los ojos al son de un acordeón
siempre aparte de cualquier parte
y al preguntarle por qué era así, decía: "Bueno, porque sí".

Larry era el mayor, Joey el penúltimo.
A Joe lo llamaban "Loco", y al pequeño, "Bomba"
dicen que vivían del juego y las apuestas clandestinas
parece que andaban pillados entre la bofia y la mafia.

Joey, Joey
Rey de las calles, niño de barro.
Joey, Joey,
¿por qué querían liquidarte?

Dicen que se pulieron a la competencia, pero la verdad era otra
nadie sabía con seguridad en qué andaban realmente.
Cuando quisieron estrangular a Larry, Joey perdió los estribos
salió de noche a vengarse, como si fuera a prueba de balas.

La guerra estalló al alba dejando desiertas las calles.
Joey y sus hermanos sufrieron derrotas terribles
hasta que se infiltraron tras las líneas enemigas y apresaron a cinco
los ocultaron en un sótano y los llamaron aficionados.

Los rehenes temblaron cuando oyeron exclamar:
"Mandemos esto al infierno y que pringue la compañía eléctrica".
Pero Joey dio un paso con la mano alzada y dijo: "No somos así
es paz y tranquilidad lo que queremos para trabajar".

La policía lo acosaba, lo llamaba Mir. Smith.
Lo trincaron por conspiración, aunque no saben con quién.
"¿Qué hora es?", preguntó el juez a Joey cuando se encontraron.
"Las diez menos cinco", dijo Joey. Repuso el juez: "Justo eso te caerá".

Pasó diez años en Attica leyendo a Nietzshe y Wilheim Reich,
acabó en el calabozo por oponerse a una huelga
sus grandes enemigos eran negros porque parecían comprender
qué significa vivir con un grillete en la mano.


Cuando salió en el 71 había perdido peso
pero vestía como Jimmy Cagney y certifico su gran aspecto.
Intentó encontrar el camino de vuelta a la vida dejada atrás,
dijo al jefe: "He regresado y quiero lo mío".


Es verdad que en sus últimos años ya no llevaba armas
"demasiados niños por aquí", decía, "nunca deben saber qué son"
Con todo se metió en el club de su mortal enemigo
vació la caja y dijo: "Decid que fue Joe el Loco".


Un día lo abatieron en una ostrería de Nueva York,
lo vio venir por la puerta al alzar el tenedor
entonces volcó la mesa para proteger a su familia
y salió tambaleándose a las calles de Little Italy.


La hermana Jacqueline, Carmela y la madre María lloraron todas,
oí que su mejor amigo Frankie decía: "No está muerto, está dormido"
y vi la limusina del viejo que regresaba hacia la tumba
tal vez para darle el último adiós al hijo que no pudo salvar.


Se enfrio el sol en la calle President y Brooklyn guardó luto.
Dijeron misa en la vieja iglesia junto a la casa en que nació
y si Dios desde el cielo vigila a su rebaño
sé que los asesinos tendrán su merecido.

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Dylan recibe la Medalla de la Libertad de EEUU 2012 por su defensa de los derechos civiles


Atildado con una pajarita que prestaba elegancia a su singular traje negro con hebillas en los bolsillos, parapetado tras unas gafas de sol que no se quitó durante la ceremonia y haciendo gala de su acostumbrada despreocupación, como si la cosa no fuera con él, Bob Dylan recibó ayer en la Casa Blanca la Medalla de la Libertad de Estados Unidos por su defensa de los derechos civiles y libertades públicas. Era la segunda ocasión en que el juglar entraba en la casa presidencial para recibir un galardón, como el que recibiera en 2010 junto con Joan Baez en tributo a la música por los movimientos de los derechos civiles. Ayer, el músico recibió la máxima condecoración civil que se otorga en los Estados Unidos junto con otros doce galardonados procedecentes del mundo del arte, la literatura, el compromiso social y la política.


El presidente estadounidense, Barack Obama, hizo una elegía de la importancia que la música y la poesía de Dylan han ejercido sobre la defensa de los derechos civiles en todo el mundo, y bromeó sobre el hecho de que su tierra natal, Minesota, la misma que la del juglar, "era demasiado fría para iniciar la revolución", ocurrencia que arrancó la sonrisa en el público menos en Dylan, quien además, durante el momento de imposición de la medalla se mantuvo impávido, balanceándose de un lado a otro mientras Obama sonreía discretamente; el músico agradeció el gesto con una palmada en el hombro del presidente como única respuesta. Dylan recibe una vez más los galardones de una etapa musical, la correspondiente a los primeros años de la década de los sesenta del pasado siglo, donde la intensidad de su creatividad artística compuso las míticas canciones comprometidas por las que siempre será recordado.

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Los Bee Gees interpretaron 'Blowin in the wind' en un programa de la TV australiana en 1963

A la memoria de Robin Gibb

Robin Gibb
Al principio de su carrera discográfica y recién compuesta por Bob Dylan su famosa canción Blowin' in the wind, los Bee Gees recogieron letra y música para hacerla suya por unos instantes en el programa de Brian Henderson's Bandstand, del canal 9 de la televisión australiana, que retransmitió la versión de este trío llamado a hacer historia en la música disco. Con la muerte ayer de Robin Gibb, uno de los más carismáticos miembros del grupo, famoso por sus falsetes, perdemos, junto con Donna Summer, que murió la semana pasada, a dos artistas que dejaron lo mejor de su arte para el disfrute popular en las pistas de baile, húerfanas desde ayer de ambos iconos musicales. En grupo o en solitario, Robin Gibb hizo en su vida lo que mejor sabía hacer: cantar, y lo hacía con un estilo personal e inconfundible. Canciones como Massachusetts, Stayin' alive, My world, I started d joke, To love somebody, How deep is your love o la infinitamente taradeada Night Fever perdurarán por siempre asociadas a su nombre y buen hacer musical.

Vídeo de la retransmisión de la canción 
Blowin'n in the wind por los Bee Gees.

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If you see her say hello, Londres, 12-5-2002


Es harto difícil superar en directo la profundidad y lamento de la versión de estudio de If you see her say hello que Dylan grabó el 30 de diciembre de 1974 en Mineapolis, después de una primera versión en Nueva York el 16 de septiembre para esa obra maestra que llegó a ser el álbum Blood on the tracks. Tampoco el juglar se ha prodigado con este tema, intepretándolo ocasionalmente durante algunas giras, como las de 1995 y 96, en secuencia repetida en 2001 y 2002, siendo la última de las versiones que escuché la de South Bend de 2009. Me emocionan los acordes acústicos del violín de Larry Campbell y el fraseo del juglar rutilando en la noche del Docklands Arena londinense coincidiendo con el final del tour europeo de primavera de 2002, quitando hierro emocional a una dolorida carta de amor del trovador errante: Quizá ella piensa que la olvidé, no le digas que no es así. Aunque Londres vibró aquella noche, no fueron menos los ecos magistrales de esta canción sobre los escenarios de Augusta ese mismo año, o los bellos acordes que llenaron de melancolía al público de Yokohama un año antes. 


La canción ha tenido además otras connotaciones sentimentales y estilos musicales diferentes a como fue concebida, es el caso de su registro en la película Renaldo y Clara en 1975, con un Dylan extrayendo del piano los mejores acordes dirigidos a su amada Sara, o esa versión reggae que se sacó de la chistera en Osaka en 1978 para deleite del público nipón, demandante a ultranza de canciones dylanianas en clave coral. En cualquier caso, estas versiones superan a la que, en mi opinión, pudo haber sido una ópera en directo cuando Dylan se arrancó para interpretarla en directo por primera vez sobre el escenario de Lakeland el 18 de abril en la segunda gira de la Rolling Thunder Revue en 1976, para dejar sobre If you see her say hello —no sé si este título era el más acertado esa noche —la desafortunada huella inédita de una letra cambiada con más despecho que lamento, sentenciando que a estas alturas su relación con su amada está muy lejos de una reconciliación: Sé que volverá algún día, y cuando llegue ese momento, Señor, dame la fuerza para mantenerla fuera. De hecho, Dylan volvería a interpretar este tema en Florida días después de Lakeland, dejando la partitura en el cajón hasta 1995, para interpretarla en clave acústica como esta de Londres en 2002, quien sabe si con heridas restañadas. Elliot Murphy, en un concierto en Milán en junio de 2002 y Jeff Buckley han versionado esta hermosa canción.


Escucha aquí If you see her say hello, en el concierto de Londres, 12-5-2002

Si la ves dile hola

Si la ves, dile hola, puede estar en Tánger,
se marchó esta primavera y parece que vive allí.
Dile que estoy bien, aunque las cosas transcurren lentamente
quizá ella piensa que la olvidé, no le digas que no es así.

Reñimos, como suelen los amantes
y me encoge el corazón recordar cómo se fue
aquella separación me parte el alma en dos
pero ella aún vive en mi interior, nunca estuvimos tan separados.

Si la encuentras, bésala por mí
siempre respeté su libertad
nunca interfiriré en aquello que la haga feliz
aunque me persigue la amargura de la noche en que intenté retenerla.

Veo a mucha gente dando tumbos por ahí
y oigo su nombre cuando voy de acá para allá
nunca me acostumbré, me hacía el loco
soy demasiado sensible o me he enternecido.

Crepúsculo, luna amarilla, revivo el pasado
recuerdo bien cada escena, se suceden en un soplo
si ella vuelve por aquí, sabe que es fácil dar conmigo
dile que si tiene tiempo, puede venir a verme.

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Este es un blog de información y divulgación de la música, la literatura y otras expresiones artísticas de Bob Dylan. Fue creado el 15 de enero de 2009, sin ánimo de lucro, con el fin de que la obra de este artista estadounidense sea conocida por las nuevas generaciones.

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